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Miembros del Congreso de los Diputados de Podemos, Cs y Más País participan en la queja, que demanda más sicólogos y un teléfono único de ayuda
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La directiva de Salud Pública recibe a los convocantes y culpa a la pandemia del retraso en la aprobación de la Estrategia para la Salud Mental
Un inconveniente tan grave y silenciado como el suicidio rompe el tabú y copando la agenda ciudadana. Cientos y cientos de personas han participado este sábado en la capital de España en la primera gran manifestación que se festeja en España para demandar al Gobierno que ponga en marcha medidas de prevención por el hecho de que el suicidio es una muerte eludible. Miembros de Unidas Podemos, Ciudadanos y Más País han participado en la queja destinada a demandar al Gobierno que «el lamento ciudadano se transforme en una prioridad política», en palabras de Íñigo Errejón (de Más País).
Anteriormente, los impulsores de 3 campañas de recogidas de firmas, mediante la plataforma Change.org, Román Reyes, Carlos Pérez y María Jesús Irurtia, han entregado prácticamente un millón de rúbricas en el Ministerio de Sanidad demandando medidas urgentes de prevención, la contratación de más sicólogos en la sanidad pública, campañas de concienciación y un teléfono público de atención a las personas con ideas suicidas y sus familias, puesto que los teléfonos actuales están gestionados por oenegés.
En el Ministerio han sido recibidos por la directiva general de Salud Pública, Pilar Aparicio, quien «ha culpado a la pandemia» del retraso en la aprobación de la nueva Estrategia para la Salud Mental, conforme ha explicado tras el encuentro María Jesús Irurtia. Aparicio ha prometido a los convocantes que «dentro de poco» van a ser recibidos por la ministra, Carolina Darias, y que está les concretará la data de aprobación de la nueva Estrategia, por el hecho de que tanto Darias como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «está preocupadísimos» por los problemas médicos mental, que se han agravado exactamente con la llegada del covid y la crisis económica que ha provocado.
Sin teléfono
Aunque, una de sus demandas, la creación de un teléfono público, corto, afín al dieciseis de ayuda frente la violencia sexista, no se va a poner en marcha en un corto plazo pues, conforme les ha trasmitido Aparicio, acarrea «grandes contrariedades«.
Todo ello ha provocado una «sensación de escepticismo» a los impulsores de la manifestación, ciertos cuales ya fueron recibidos hace prácticamente un año por el ministro por aquel entonces, Salvador Illa, y solo recibieron promesas en un largo plazo. «Ha pasado ya un año y proseguimos aguardando y lo malo es que, mientras, diez personas al día se quitan la vida. Los políticos van tarde», ha lamentado Román Reyes, cuya madre se suicidó en dos mil diecinueve después de ser múltiples veces dada de alta a pesar de sus problemas médicos mental.
Ley de salud mental
El viernes, día mundial de prevención contra el suicido, Unidas Podemos registró una ley dy también salud mental en el Congreso pues como ha explicado su portavoz de Sanidad, Amparo Botejara, en declaraciones desde la manifestación, «los planes no resuelven los inconvenientes y se precisa una ley». La regla establece unos ratios mínimos de profesionales de dieciocho siquiatras y dieciocho sicólogos por cien habitantes, para lograr la media europea puesto que España se ubica entre los países con menos profesionales, con 6 sicólogos y once siquiatras por cien habitantes en el sistema público, conforme datos de dos mil dieciocho.
Para Reyes, quien tacha a los suicidios de «crimen de Estado» mientras que el Gobierno «no tome medidas», la ley de Podemos es «positiva» mas informa de que va a tardar en aprobarse y, mientras, se precisan «medidas urgentes». Y es que ciertos especialistas advierten de que se ha tresdoblado el número de intentos de suicidio con la llegada de la pandemia, al paso que el doce por ciento de la población de más de quince años presenta sintomatología depresiva, conforme el INE.