Los médicos se temen que la segunda ola de gripe (de tipo B, en el mes de enero fue de tipo A) que vive España en estos instantes se mezcle con un incremento de las alergias vernales. Esto podría provocar, también, una subida de las contrariedades respiratorias en ciertos pacientes y, por ende, de la presión en los centros de salud.
Los termómetros han comenzado a subir ya en todo el país, con el coherente adelanto de la polinización y la aparición de los pólenes. En verdad, se espera lograr, en ciertas zonas del territorio, los treinta grados en las próximas semanas, unas temperaturas más propias de junio que de marzo.
Si bien la segunda ola de gripe ya ha alcanzado su pico, el inconveniente es que este ha llegado justo a las puertas de la primavera. El Instituto Carlos III alarma, en su último informe, de que las mayores tasas de gripe B se están observando en menores de quince años, situación que podría fusionarse con la llegada de las alergias vernales, alertan los especialistas.
Estos se temen que las personas alérgicas se contagien asimismo de gripe, lo que puede acrecentar la inflamación de las vías respiratorias y que se genere una explosión de síntomas, como bronquitis, fiebres o pitos respiratorios entre otros muchos.