Hoy en día, la gran velocidad a la que se producen los cambios tecnológicos propicia que no seamos conscientes de una transformación total en todos los ámbitos de nuestra vida. Pues bien, el sector del deporte profesional no ha sido ajeno a esta innovación, siempre con el objetivo de potenciar al máximo el rendimiento físico de los profesionales y obtener la mayor eficacia posible.
Así, cada vez se fabrican materiales de mejor calidad y que ofrecen una mayor seguridad para el deportista, dando pasos hacia adelante en lo que se refiere a la excelencia deportiva. De hecho la tecnología se ve desde en los bañadores de los nadadores hasta en una raqueta de tenis o una pelota de baloncesto, donde se piensa hasta el más mínimo detalle. Esto ha causado que la relación entre la tecnología y el deporte se haya vuelto imprescindible.
Sin embargo, no podemos quedarnos tan solo en lo referente a los parámetros físicos, ya que la revolución tecnológica de las últimas dos décadas ha impulsado al deporte profesional como uno de los mercados con más oportunidades del momento, permitiendo unos modelos de difusión y seguimiento de los eventos deportivos para los usuarios que eran impensables hasta hace unos pocos años. Por consiguiente, las audiencias son cada vez mayores a través de internet gracias a herramientas como el streaming, o el big data, que permite un seguimiento pormenorizado de las estadísticas de los deportistas a tiempo real.
El baloncesto, un deporte que usa la tecnología sin complejos
Uno de los ejemplos más claros de todo lo que hemos mencionado hasta ahora lo podemos observar en el baloncesto, un deporte que ha sabido adaptarse a la perfección a los distintos cambios que la tecnología ha producido en nuestras sociedades. De esta manera, la NBA se ha convertido en uno de los eventos deportivos más importantes del planeta, gracias a su espectacularidad pero también a una apuesta sin reparos por las nuevas tecnologías en cada temporada. Así, se ha convertido en la primera liga deportiva profesional que ha emitido partidos en Realidad Virtual, ofreciendo nuevas experiencias al espectador.
Toda esta innovación se ha ido implantando también en Europa, especialmente en lugares donde el baloncesto tenía una mayor tradición y un mayor nivel deportivo, como es el caso de nuestro país. Por lo tanto, no podemos entender los éxitos de la Selección Española de Baloncesto sin prestar atención a la manera en la que se ha transformado la preparación de sus jugadores: potenciando el rendimiento físico mediante accesorios como unos chalecos GPS que miden la distancia recorrida, los movimientos en la pista o la frecuencia cardíaca.
Aspectos como este nos llevan a ser una de las claras favoritas según las apuestas de baloncesto de bet365 para conseguir la Copa Mundial de Baloncesto de la FIBA, que se disputará durante los primeros quince días de septiembre en China. Así, Sergio Scariolo, entrenador de nuestro combinado nacional, buscará conquistar el último gran título que le falta en su espectacular carrera deportiva, tras conseguir el primer anillo de la NBA con los Toronto Raptors esta temporada y lograr tres medallas de oro en el Eurobasket (2009, 2011 y 2015).
Los eSports, el futuro inminente
Por último, debemos destacar que el sector de los videojuegos es la “punta del iceberg” de todo este proceso, ya que es el sector que más ha aprovechado las múltiples oportunidades de la tecnología para convertirse en una actividad deportiva, en un proceso inverso al que han seguido los deportes tradicionales. De esta forma, no nos sorprendería ver a los eSports como una modalidad dentro de los Juegos Olímpicos en alguna de las futuras ediciones.