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Estudiosos del Idibaps-Centro de salud Clínic-Universitat de Barna prueban que las células que provocan la recaída tras el tratamiento se pueden advertir «muchos años antes que se manifiesten clínicamente estas dificultades»
Estudiosos del Idibaps-Centro de salud Clínic y de la Universitat de Barna han probado que las células que provocan la recaída tras el tratamiento y que van a dar sitio a la transformación de la leucemia en un tumor muy violento ya se pueden advertir en una cantidad pequeñísima «en el comienzo de la enfermedad, muchos años antes que se manifiesten clínicamente estas dificultades».
Los resultados de este trabajo, financiado con un millón de euros por la Fundación La Caixa, han sido publicados en la gaceta ‘Nature Medicine’ y «cambian la visión que se tenía sobre de qué forma avanza la leucemia», ha informado este miércoles la Fundación La Caixa en un comunicado.
Hasta ya antes de este estudio se pensaba que la leucemia avanzaba pues sus células evolucionaban a lo largo del tiempo y se convertían en tumores más violentos pues «adquirían perturbaciones en su genoma de forma progresiva que las hacían más resistentes a los tratamientos».
El nuevo trabajo prueba que ciertas células de la leucemia ya han adquirido estas perturbaciones al comienzo de la enfermedad, mas «se hallan en cantidades pequeñísimas».
A lo largo de la evolución de la enfermedad, estas células más malignas «van a ir medrando y de forma progresiva van a ser escogidas para dar dificultades clínicas muchos años tras su comienzo».
El directivo del Idibaps, jefe del conjunto de Nosología molecular en neoplasias linfoides y jefe de conjunto del Ciberonc, Elías Campo, ha señalado que «es tal y como si la célula madre de la leucemia hubiese engendrado muchas semillas hijas desde el principio de la enfermedad, cada una de ellas con perturbaciones diferentes que les dejará medrar en el futuro cuando las condiciones le sean más convenientes».
El artículo ha sido ordenado por Elías Campo y el estudioso artículo-doctoral del Idibaps i del CIBERONC Ferran Nadeu, y los primeros coautores del trabajo son, aparte de Nadeu, la estudiosa del Barna Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) Romina Royo; el estudioso del Centre Nacional d’Anàlisi Genòmica (CNAG-CRG) Ramon Massoni-Badosa; el estudioso del Idibaps y del CIBERONC Heribert Playa-Albinyana; y la estudiosa del Idibaps Beatriz Garcia-Torre.